viernes, 7 de mayo de 2010

La Autobiografía Musical, parte II

~ Este texto es la continuación de este otro ~

"Take me down to the Paradise City, where the grass is green and the girls are pretty. TAKE ME HOME! YEAH YEAH!"

Corría 2008 y yo acababa de descubrir una puerta al mundo de la melomanía. Empezaba a dejar mis antiguos gustos MTV-escos y a oír otras bandas que no estaban tan de moda entre la gente de mi edad. An Cafe, Nirvana, Guns N' Roses, Red Hot Chili Peppers, Queen. Cada día iba descubriendo cosas nuevas. Cada canción me traía imágenes y recuerdos distintos a la cabeza.
Aún recuerdo aquel antiguo día de vacaciones de Invierno de 2008 cuando hablaba con Chamuz antes de irme al colegio y me enteré de que una gran máquina siniestra - el LHC - estaba em
pezando a ser preparada para su funcionamiento, y supuestamente, podría crear un agujero negro que llevara a la civilización como la conocemos a su ruina. [Targus, se te extraña!].
Ese mismo día, conocí la canción "Come As You Are" de Nirvana. Recuerdo haberme tirado a pensar en mi pieza ese día, comiendo galletas con relleno de café y chocolate y bebiendo té con un toque de limón, escuchando una y otra vez esa canción en un extraño estado intermedio entre crisis existencial y trance.
No porque tuviera miedo de que el mundo se acabara ni nada - sino porque empecé a darme cuenta de lo pequeña e insignificante que era en comparación a otros ámbitos.
Otra cosa que recuerdo de esa época es que mi madre iba al gimnasio de noche y yo la esperaba por ahí cerca, dibujando o leyendo mientras escuchaba música. A veces salía y miraba las estrellas mientras escuchaba algún tema nuevo. Más o menos por ese período empecé a adentrarme más en Muse, y también en los ingleses Oasis, que gracias - otra vez - a VH1 pegaron fuerte en mi psiquis. Muse era una droga. Knights of Cydonia y su cover de Can't Take My Eyes Off You fueron canciones que pegaron fuerte en mi psiquis. Todo esto fue culpa de mi - mil veces mencionado - amigo, Kanto, quien desde Noruega - porque se fue de intercambio - me atraía al lado oscuro (?) con cada vez más fuerza.
- Tienes que escuchar esto - decía de vez en cuando, y enviaba alguna canción anónima. Siempre resultaba ser alguna joyita indie que me abría una puerta. Tal es el caso de temas como "Papercut Skin" de The Matches o "Heavy Metal" de Clap Your Hands Say Yeah.

Agosto de 2008 y yo seguía descubriendo. Particularmente Nirvana fue un grupo que me marcó fuertemente, pero - por desgracia en ese entonces - Guns N' Roses no se quedaba atrás. Tras la alucinante primera impresión con Sweet Child O' Mine y Paradise City - que poco a poco escalaba en mi top - empecé a sentir que los muy malditos me perseguían. Recuerdo, incluso, que hace mucho, cuando mi padre estaba cotizando autos, salimos a probar uno y en la radio salieron dos canciones de los Guns - Patience y Sweet Child - ...seguidas. Llego al colegio y otra vez Sweet Child en la sala de
música. En mi casa, You Could Be Mine en la TV. Los miraba con curiosidad pero nunca, nunca reconocí que me gustaban. Y seguían apareciendo en todos lados. Hasta que llegó un día en que no lo soporté más.- Te voy a mandar a hacer una polera que diga "Me encanta Guns N' Roses pero lo niego" - me había dicho mi amiga Laura en ese entonces.
- Carajo, sí, lo admito, me usta Guns N' Roses... Y QUÉ?? - dije, picada.
Tras los Guns me venía persiguiendo música de los noventas. Soundgarden, Blind Melon (ok... sólo la No Rain de toda la vida, por desgracia un one-hit wonder), Oasis, Pearl Jam (Jeremy y Even Flow pegaron increíblemente fuerte en mi conciencia), Red Hot Chili Peppers, The Cure (ok, ellos no son de los noventas. No importa, no sé dónde incluirlos) y cosas así.

Entre todo esto y mi incipiente fanatismo por la banda Muse, recuerdo una inolvidable anécdota de mi buen amigo melómano Kanto, que un día llegó diciendo:
"Mira lo que tengo, ñañañañañaña..." y me pasó una foto del disco doble en vivo "H.A.A.R.P." de Muse.

Cuando dijo eso la sangre hirvió en mis venas, pero su siguiente frase me alegró: "Y gracias a esta económica adquisición, ¡no comeré durante los próximos 30 días!". Así comenzó una pugna de casi medio año en la que el rol de Kanto era restregarme en la cara el hecho de que él tenía el HAARP y yo no. Fue bastante fundamental, en realidad, para acontecimientos que ocurrieron más adelante.
Había un asunto que me molestaba, entre tanta felicidad musical.
Un personaje, un viejo amigo, a quien denominaremos sólo con el exponente "²" gustaba de mí. Sin embargo, mi inocencia, que siempre, siempre me cagaba, hizo que no supiera cómo actuar cada vez que él me lanzaba sus indirectas o directas. Me sentía acorralada. Todo el mundo intentaba que yo "le diera bola" y anduviera con él, pero la verdad es que yo no sentía nada y sólo lo quería como amigo. Otra vez, mi inocencia en torno a las relaciones hum
anas me llevaba a intentar ignorarlo o, por el contrario, tratar de confortarlo, cosa que lo confundía... y a mí también. En mis largas tardes de crisis existenciales, tras recibir las críticas de "fría" y "cínica" de los demás, me sentaba a mirar el cielo, pensando cómo podría arreglar las cosas, escuchando November Rain o Black Hole Sun o Under the Bridge. A veces lloraba. Recuerdo esas cosas y me hace gracia, me da una especie de nostalgia. También recuerdo cuando viajé a Antofagasta para la competencia de Inglés, donde mi única amiga fue la música: Olvidaba todo mientras escuchaba One in a Million de los Guns - letra de mierda, pero demonios, era pegajosa - observando por la ventana. El día siguiente, si bien no gané, fue uno de los más notables de mi vida.

Se acercaba la licenciatura del colegio y uno de mis amigos, también fan de los Guns, intentaba convencerme de escuchar a Metallica, cosa que nunca logró del todo - el único tema que hasta el día de hoy puedo decir que realmente me gusta MUCHO de Metallica es Welcome Home (Sanitarium), y eso que ni siquiera me lo mostró él -, pero siempre que escucho un tema de ellos me acuerdo de él. Solía odiarlo a muerte hasta que nos sentaron cerca en la sala y entre hueveo y molestias, descubrimos que nos podíamos llevar bien, y que nos gustaba la misma música. Este curioso personaje a quien denom
inaremos "Het" cumplió un papel importante ese año, a pesar de la cantidad de idioteces que hacía - era el quinto Dudeson, pero más negro. Gracias a él también conocí unos cuantos temas de Skid Row y algunas otras cosas.
Entonces. Ya tenía mi grupo de amigos, ya me sentía bien conmigo misma, ya me sentía aceptada, y repentinamente, ² había dejado de joderme... perfecto, durante un corto período de tiempo me sentí simplemente feliz. Algo tenía que ocurrir, y ocurrió.

Un fatídico día, Laura me mandó unos cuantos mensajes. Ya no quería saber nada más de mí, decía que me encontraba una cínica manipuladora que estaba jugando con los sentimientos de su "hermanito", entre varias otras cosas. Lo único que realmente atiné a hacer fue acostarme en el piso y llorar. Unos días después, nerviosamente, me reconocilié con Laura y decidimos que necesitábamos tiempo; pero ² dijo que "No sabía si perdonarme por lo que le hice".
Esa respuesta hizo hervir la sangre en mis venas. Me refugié en la música, otra vez. Después de esa ocurrencia viajé a Iquique para la navidad, escuchando obsesivamente Stockholm Syndrome de Muse... lo frenético de la canción parecía canalizar mi rabia y calmarme. Para esa navidad, recibí un reproductor de DVD junto al Unplugged in New York de Nirvana, de parte de mis amados padres. El día después de la navidad, fui a vagar a una disquería, y allí, de repente, lo vi, reluciendo en su cajita de
plástico. H.A.A.R.P. No dudé más y lo compré rápidamente. Ese mismo día hablando con Kanto, se desarrolló la siguiente conversación:
"- Te tengo malas noticias.
- ...Te compraste el H.A.A.R.P.
- Maldito telépata.
- ¡Lo sabía, ctm! Yo probé en todos los DVD's de la casa y casi ninguno lo leía porque es de doble capa. Ojalá te pase lo mismo, muajajá"
Sin embargo, el plan de Kanto no funcionó y disfruté de un agradable concierto en HD.


El día de año nuevo del 2009, lo viví escuchando Champagne Supernova de Oasis mientras miraba los fuegos artificiales parada frente al liceo Domingo Latrille, con las esperanzas de que ese año sería mejor, de que me levantaría. Luego de eso, llegaron las vacaciones más rápidamente de lo que yo habría creído. Ocurrió una anécdota que marcó bastante mi historia musical. [Sí, es la misma anécdota que cuento cada vez que me preguntan por canciones que marcaron mi existencia, pero tendrán que leerla una vez más]. Dos noches antes de irme de vacaciones a Concepción, estaba anotando música que debía bajar al día siguiente para irme con una buena provisión. La TV, en el Vh1 de toda la vida. Escuché unos rasgueos disonantes que me llamaron la atención en un poderoso intro, pero en mi nerviosismo, no me fijé tanto en ellas. Sólo recuerdo que miré a la TV en algún momento y vi un trozo de ese video, con esos colores drogados, y pensé "Esta canción me va a gustar". Anoté el nombre al vuelo, con letra casi ilegible en mi cuaderno: Plush, de Stone Temple Pilots. Al día siguiente la bajé y la puse en mi Mp4, olvidándome casi completamente de ella. Al día siguiente, ya estaba en el avión escuchando a Nirvana y Aerosmith en la radiecito.
Me recuerdo a mí misma caminando por las calles de Concepción mientras escuchaba Fall to Pieces de Velvet Revolver y reencontrarme con mis amigas, pero algo me faltaba. No estaba tan alegre como antes. El problema con Laura y ² me había afectado muchísimo. Sin embargo, ellas me presentaron a un grupo de personas que alegraron mi existencia un tanto, el en ese entonces llamado "Team VSK" [VSK por Visual Kei] lleno de gente estrambótica y buena onda. Otra vez, volvía a mi viejo antro de música japonesa.
Un día normal como los otros fui a hacerme un examen de sangre al centro. Odio las agujas. Ese día, escuché Plush varias veces, y descubrí que al escucharla entraba en una especie de trance drogado, y no me percataba de la aguja que atravesaba mi piel ni de cuántos tubitos de sangre me extrajeron. Ese día comenzó mi típica obsesión anual con la canción. [Curiosiamente, para todas las canciones "anuales" como Paradise City o Plush tengo una historia más o menos rara.]
Corría rápidamente el tiempo y pronto volví a Viña del mar a terminar mis vacaciones. Me recuerdo mirando las luces nocturnas por el balcón de la casa de mi tía en Viña del Mar mientras escuchaba Black de Pearl Jam una y otra vez, y pensaba... ¿Cuánto perdí y cuánto gané?
Me respondía con un "Era necesario". Y luego, volvía a levantar la mirada, nostálgicamente, y pensaba en el pasado. Y escuchando de nuevo Plush, me sumía en otro agradable trance.

"Where you going for tomorrow? Where you going with the mask I found...?"

Ya de vuelta en Tocopilla, y con una buena disposición a empezar el año y dejar atrás mis problemas, me esperaban miles de musicalidades más por descubrir... y muchos personajes más que aparecieron en el proceso.

>> Continuará en otra entrada

RQ:

"Mike, espero que estés sentado para cuando recibas esto, porque es bastante chocante. Aquí va:
YO
SOY
GENIAL"

~ Mr Doctor [Su blog]

Saludos a Mi-kun, a Mr. Doctor, a Rata Asquerosa, a la Nati, a Matt Bellamy (Feliz cumpleaños atrasado!) y a Val Halen de Los Amigos de la Justicia que salía en el Laboratorio de Dexter.

~Miki

4 comentarios:

  1. que honor estar tan......presente en tus gustos :3, y no olvides el Post-Rock, no vi ningún nombre islandés (o Mono o.o) por ahí....

    aaaaaaaaaaaaaaaaw, el haarp xDDDDDDDDDDDDD

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  2. Miki, como carajos tienes tan buena memoria? xDDD me gustaria poder escribir algo asi, pero soy re malo para eso xD

    Quiero mis galletitas!

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  3. Matt Bellamy me la succiona.
    Yo querer leer tus vivencias musicales del 2010 (?)

    Chus~~

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  4. "Si el es genial...
    INMORTAL!!!!"

    Espero que en la tercera parte entre yo hahahahaha. Ojala que no se te olvide escuchar Esoteric. Por que eso si da para escribir XP

    Un saludo... Desde Chile...Llegue el 17 de junio...wow, el smog esta tal como lo deje.

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Cada vez que dejas un comentario, en otra dimensión Mario NO deja caer a Yoshi al saltar sobre un precipicio... piensa en Yoshi.